domingo, 8 de agosto de 2010

Los Bosques

Bosques


Introducción

Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida. Son el habitat de multitud de seres vivos, regulan el agua, conservan el suelo y la atmósfera y suministran multitud de productos útiles.

La vida humana ha mantenido una estrecho relación con el bosque. Muchas culturas se han apoyado en productos que obtenían del bosque: madera para usarla como combustible o en la construcción, carbón vegetal imprescindible en la primera industria del hierro, caza, resinas, frutos, medicinas, etc. Pero a la vez producir más alimentos exigió talar bosques para convertirlos en tierras de cultivo y en muchas épocas se consideraba que los bosques eran fuente de enfermedades, refugio de bandoleros y que dificultaban la defensa, por lo que se talaron grandes extensiones alrededor de las ciudades. También la construcción de barcos y las primeras ferrerías supusieron la destrucción de muchas arboledas.

Los Animales




Los vertebrados

Animales tan diferentes como el elefante y la rana pertenecen al grupo de los vertebrados.¿Como es posible?



La respuesta es sencilla: ambos tienen columna vertebral y cráneo, que forman parte de un esqueleto interno o endoesqueleto.



Los vertebrados son los animales más grandes y evolucionados. Gracias a su esqueleto interno pueden mantener la forma del cuerpo, proteger ciertos órganos y desplazarse.



Algunos vertebrados tienen además un esqueleto externo o exoesqueleto. Es el caso de la tortuga.




Los invertebrados

El otro gran grupo de animales es el de los invertebrados que suponen, con diferencia, la gran mayoría de seres vivos sobre la tierra. Estos animales presentan una enorme variedad de tamaños, formas y hábitos. Las hormigas, los calamares gigantes, y hasta los caracoles, forman parte de este grupo.



Los invertebrados se caracterizan por carecer de columna vertebral, pero eso no quiere decir que no tengan esqueleto. Muchos tienen un esqueleto externo, o exoesqueleto, que les sirve como protección y soporte, y les ayuda en su desplazamiento.



La ausencia de esqueleto interno ha motivado que los invertebrados, al menos en el medio terrestre, sean pequeños.